SANTIAGO VARGAS BAUTISTA
COMPRENSÍON TARDÍA
Una adaptación ilustrada al cuento: Comprensión tardía de Jose Gabriel Coley P.
Despierto de pronto: Estoy incomodo, hace calor, no veo casi nada. Tinieblas. Huele a podrido. No puedo moverme.
¿Desde cuándo estaré aquí? No lo recuerdo. Hago esfuerzo, nada. Siento un hormigueo en la piel, en todo la piel. Me duele la cabeza horriblemente. ¡Ah! Claro, es la bala. En el acto recuerdo todo: Intenté suicidarme. Fallé. Perro de todas maneras se cumplirán mis deseos: me enterraron vivo. Moriré lentamente, con agonía. ¡Precisamente, el tránsito que iba a evitar!
Descubro una grita en el extremo de la fosa: ahí debe estar la lápida fresca, recién puesta. Seguro no fraguó bien. Penetra algo de aire y de luz.
Me acomodo al ambiente. Quiero toser, no puedo. Sigue el hormigueo. Ahora en la cara, en la nariz. Es un gusano. Miro el animalito y comprendo el olor. Vienen más..
Los observo de cerca, como en un microscopio: cuerpos blandos, cilíndricos, se alargan: ondulantes se desplazan, cavan túneles, aran mi carne. Los veo volubles, caprichosos, como las olas. A veces parecen bandoneones. Al fin y al cabo la vida es un tango. Son bellos, plásticos, armoniosos.
!Cuán hermosa es la vida!
![]() | ![]() | ![]() |
---|---|---|
![]() | ![]() | ![]() |
![]() | ![]() | ![]() |
![]() | ![]() |